Luego de semanas complejas por la pérdida de rinde debido a la falta de precipitaciones importantes, en la región pampeana se dieron acumulados abundantes que, aunque no revierten daños, le dan un alivio clave a las expectativas de producción

Alivio y renovadas esperanzas. Un cambio rotundo ante lo que venía pasando con el clima. Luego de semanas en la región pampeana donde los productores sufrieron una incesante pérdida de potencial de rinde en sus cultivos de soja y de maíz debido a la falta de lluvias significativas, y que llevaron a una reducción parcial de la cosecha esperada, en las últimas 48 horas se registraron precipitaciones abundantes que, al menos por ahora, ya que todavía falta un camino importante para la recolección, le pusieron un freno al deterioro y a un peor escenario. Aunque golpeada tras la sequía, y con algunas pérdidas que ya son irreversibles, la producción sigue en carrera. En efecto, en gran parte del norte bonaerense, el centro-sur de Santa Fe y el sur de Córdoba hubo acumulados que superaron largamente los 70 y 80 milímetros. En localidades como Baradero llovió 80 milímetros, en Laboulaye 70 mm, en Pergamino entre 80 y 120 mm y en Salto 60 mm, por ejemplo.