La sesión especial en la Cámara de Diputados, convocada para debatir una reforma que limitaría el alcance de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), enfrenta obstáculos importantes. El bloque de la UCR, liderado por Rodrigo de Loredo, ha decidido no asistir, alineándose con la estrategia del PRO de Mauricio Macri y apoyando así, indirectamente, al líder de La Libertad Avanza, Javier Milei.
Esta decisión, comunicada oficialmente por De Loredo, representa un movimiento estratégico en medio de las tensiones sobre el Presupuesto 2025, especialmente cuando los gobernadores de la UCR y el PRO presionan por partidas específicas en sus provincias. Con el apoyo de ambos bloques opositores, el quórum necesario para llevar a cabo la sesión se encuentra en riesgo.
Por otro lado, la UCR ha experimentado recientemente divisiones internas, con la creación de un nuevo espacio “Democracia para siempre”, integrado por diputados que se alejaron de la bancada liderada por De Loredo, entre ellos figuras cercanas a Facundo Manes y Martín Lousteau. Incluso el exvicepresidente Julio Cobos ha anunciado que sí bajará al recinto, anticipando su desacuerdo con la postura mayoritaria del bloque radical.
El proyecto de reforma, promovido por Unión por la Patria y Encuentro Federal, apunta a que un solo rechazo en cualquiera de las Cámaras sea suficiente para anular un DNU. Actualmente, se requiere la desaprobación de ambas Cámaras. La propuesta establece que, si un DNU no es ratificado en 90 días, perderá su validez, y, en caso de rechazo, el Poder Ejecutivo no podrá emitir un decreto similar en el mismo período parlamentario.
En respuesta, Javier Milei ha advertido que vetará cualquier cambio a la ley en caso de asumir la presidencia. En tanto, los gobernadores del PRO y la UCR, entre los que se destacan Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés, negocian con la Casa Rosada la asignación de recursos, lo cual ha intensificado las presiones en un Congreso dividido a solo días del cierre del período ordinario de sesiones.