La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses no sólo redefine el panorama político en los Estados Unidos, sino que también representa un impulso para los movimientos populistas a nivel global. Su retorno a la Casa Blanca no solo consolida el liderazgo republicano, sino que también simboliza una validación para figuras como Javier Milei en Argentina, Giorgia Meloni en Italia y Jair Bolsonaro en Brasil.
Concentración de poder y populismo en ascenso
El regreso de Trump, apoyado en una mayoría conservadora en la Corte Suprema y en la promesa de «ser un dictador por un tiempo», proyecta un estilo de gobierno basado en un proteccionismo económico y una centralización del poder que va en contra de las sensibilidades liberales. Este modelo, que ha captado el interés de figuras políticas de derecha en el mundo, plantea una revisión de los alineamientos tradicionales. Bolsonaro, por ejemplo, celebró el regreso de Trump como una victoria contra el «deep state», reflejando una afinidad con las acusaciones de lawfare que han utilizado políticos latinoamericanos como Cristina Kirchner y Lula da Silva.
Repercusiones para Argentina y sus líderes
Para Argentina, la victoria de Trump supone una oportunidad de alineación estratégica. Javier Milei, quien espera un encuentro con Trump en Mar-a-Lago, percibe que un aliado en la Casa Blanca podría suavizar la relación del país con el Fondo Monetario Internacional. En cuanto a los cambios en el gabinete, se destaca la carrera por la embajada en Washington, con candidatos como Daniel Scioli y el economista Demian Reidel, quien representa el vínculo de Milei con Silicon Valley.
Impacto económico incierto
El proteccionismo de Trump también plantea desafíos para Argentina. Las posibles alzas en aranceles estadounidenses y el fortalecimiento del dólar podrían complicar la estabilidad económica en el país, especialmente en el contexto de una economía que depende de las exportaciones y busca la reducción del control cambiario.
La influencia de Trump promete redefinir alianzas y estrategias en América Latina y el mundo, impulsando un populismo que resuena en liderazgos tanto de derecha como de izquierda, y que sin duda tendrá implicancias en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Argentina.